LA POSIBILIDAD DE SER
- Eric Manquez
- 12 nov
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 16 nov
Por Eric Manquez
Hay un instante que no se puede enseñar. Tampoco se explica. Ocurre cuando la mirada del otro deja de interrogar y, por un segundo, simplemente sostiene. Allí, donde el juicio se suspende y el alma respira, nace algo más que reconocimiento: nace la posibilidad de ser.

No me completo porque el otro me da lo que me falta. Me completo porque, en esa mirada, descubro que lo que soy puede existir sin pedir permiso ni perdón. Como si el mundo, ese mundo que a veces pesa, encoge, exige, se detuviera lo suficiente para permitirme sentirme real.
Hay miradas que nos usan, otras que nos miden. Pero también existen las miradas que nos hospedan. Cuando alguien nos ve sin intentar moldearnos, sin reducirnos a su expectativa, algo se afloja adentro: el yo deja de ser un proyecto defensivo y se vuelve presencia.
Ser visto no es dependencia. Es nacimiento. No es completarse con otro. Es descubrir, en su reflejo, la forma más íntima de la propia libertad.
Somos criaturas que necesitan ser vistas para poder verse.
No para quedar atrapadas en un espejo, sino para recordar que no somos sombra.
Que existimos.
Que valemos.
Que somos, porque alguien pudo mirarnos sin miedo.







Comentarios