Sri Swami Chidananda Maharaj
El Yoga basa su origen en la necesidad sentida por el hombre de librarse de todo dolor y sufrimiento, y de liberarse para siempre de la esclavitud provocada por la existencia finita, y de alcanzar la victoria final sobre el miedo, incluso sobre la muerte misma. El yoga surge como la solución práctica a este gran problema. El Yoga afirma claramente que el hombre es esencialmente de la naturaleza de la Bienaventuranza, la Perfección, la Paz y la Libertad. La pérdida de esta conciencia con la Fuente infinita y perfecta de su ser es la causa misma de esta vida terrenal. Recuperar la verdadera conciencia y realizar una vez más su eterna unidad con lo Divino es en realidad la práctica del Yoga. Los medios para superar los defectos e imperfecciones de esta vida terrenal y experimentar la unión con el Supremo constituyen su estructura. El yoga muestra cómo superar las imperfecciones de la naturaleza inferior y obtener un dominio completo sobre la mente y los sentidos. Todas las técnicas del Yoga requieren una perfecta pureza ética y moral. La pureza es la base de la vida yóguica. Uno no puede permitirse ser impuro, insincero, falso, engañoso o dañino para los demás, y al mismo tiempo tratar de practicar yoga. No puede haber ninguna práctica religiosa, ni una verdadera vida interior, ni ninguna realización espiritual cuando el bien moral no está profundamente implantado en el ser. Uno tiene que estar arraigado en la bondad, la pureza, la verdad y el altruismo. La mitad del proceso del Yoga consiste en establecerse perfectamente en la conducta moral ideal. Cuando se ha establecido esta base, entonces la aplicación de las técnicas del Yoga es como encender un fósforo seco en la caja de fósforos e inmediatamente encender una llama. Sin esta base, es como encender y encender un fósforo húmedo sobre una torta de jabón; No pasa nada. En todas las fases de la vida yóguica, el factor supremo es la gracia de Dios, la gracia del Supremo, que es la fuente de toda la existencia, en quien sólo el hombre se da cuenta de su verdadera naturaleza y de su divinidad inmortal. Todas las prácticas tienen un propósito cuando hacen que el hombre se mueva hacia Dios y se funda en la unidad con Él. Este es el propósito del Yoga.
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