por Eric Manquez
Yoga es una palabra sanscrita que significa unión, adición, suma, según en el ámbito que se use. En lo filosófico-religioso-espiritual, significa unión, entre Atman y Brahman, entre el alma del ser humano y Dios.
Yoga, entonces, es un término genérico para designar toda actividad que propenda al desarrollo humano que culmina en la unión o comunión con Dios.
A lo largo de la historia, que en India se pierde en los albores de la humanidad, ha tenido diferentes acepciones.
Al comienzo, se asocia con prácticas ascética, personas que se retiran de la sociedad, hasta en la actualidad se representa por personas semidesnudas en una gruta o a la orilla de los ríos sagrados, con el pelo largo y enmarañado y cubierto de cenizas.
Más adelante en la historia, hay un famoso personaje llamado Krishna, una de las Divinidades más querida y adorada (quien es la encarnación del Dios Vishnu, por esto se refieren a Él como la Personalidad Divina), en un dialogo que tiene con Arjuna, su discípulo, explicita tres formas de yoga (entre muchas otras); Karma Yoga o Yoga de la acción desinteresada, Bhakti Yoga o Yoga devocional y Gnaña Yoga o Yoga del conocimiento. Con esto la Práctica de Yoga deja de ser, solo, una práctica ascética apartado de la sociedad y se puede realizar en casa y en las labores dentro de la sociedad, a través de la Devoción y de la Acción generosa.
Alrededor del siglo VI A-C, los distintos puntos de vista o filosofías Indias, llamados Darshan, están estructuradas en cinco formas de pensamiento (Mimansa, Vedanta, Vaisheshika, Nyaya y Samkhya). Son, lo que podemos decir, el pensamiento filosófico académico, sin embargo, yoga no lo es de modo estructurado, pues siempre ha sido transmitido, e incluso en la actualidad, de forma oral por el Gurú (Maestro) al discípulo.
Alrededor del siglo III A-C, Sri Patanjali toma como fundamento filosófico la reconocida filosofía llamada Samkhya, y estructura un Método de Yoga que llama Ashtanga Yoga o Sistema Óctuple, transformándose Yoga en un Pensamiento filosófico reconocido como los cinco anteriores Darshan, por esto el Ashtanga Yoga de Patanjali se le conoce también como el Yoga Clásico, Raja Yoga o Yoga Real.
Es así como, podemos decir, en forma sencilla, y de modo muy general, que en la antigüedad yoga es asociado a prácticas ascéticas, practicadas en solitario fuera de la sociedad, en los bosques y la montaña. Con la aparición de Krishna, Dios encarnado, se socializa, se puede practicar en casa y no es necesario aislarse. Cada cual puede practicar yoga según su temperamento. Existe un yoga para las personas laboriosas, Karma Yoga, para las personas afectuosas, Bhakti Yoga y para las personas de pensamiento más abstracto, Gnaña Yoga. Mas adelante en el tiempo, Sri Patanjali, propone un Método de Yoga estructurado en ocho paso, el Ashtanga Yoga, con un sustento filosófico, además de los aspectos técnicos.
NOTA: El Ashtanga Yoga de Sri Patanjali, no es lo mismo que el sistema moderno de practica llamado Ashtanga Vinyasa Yoga, de la escuela de Missouri, India, difundido por el Sr. K. Patabbhi Jois (1915-2009)
Patanjali, expone su método, Ashtanga Yoga, en un texto llamado Yoga Sutras, donde define el yoga como: “Yoga es la restricción de las fluctuaciones de la mente”.
Las fluctuaciones de la mente son cinco, vigilia, sueño onírico, sueño profundo, imaginación y memoria.
Recuerda, en la vigilia tu mantienes la presencia que tu estas aquí, como el que ve, ante lo otro, persona, situación o cosa, como lo visto. En el sueño onírico, sucede algo parecido, sin embargo, el ego del sueño esta cautivo de las imágenes y sucesos del sueño y no hay consciencia que solo es un sueño y que tú, como el sujeto estas ahí suplantado por el ego del sueño, es decir, la consciencia de la vigilia en la cual es autoevidente para ti que tu eres tu y lo otro esta ante ti, esto no está en el sueño. El ego del sueño y la conciencia que manifiesta está perdida en las imágenes del sueño. Tú has perdido Presencia.
Esta pérdida de presencia que sucede en el sueño onírico también sucede en la imaginación y en la memoria (al recordar). Cuantas veces te has visto imaginando o recordando y cuando vuelves a la vigilia, te parece que has estado en otro lado, pues te has descontinuado de la presencia presente de la vigilia. Esto es lo que se dice coloquialmente “estabas en la luna”.
Tu presencia presente que se da en la vigilia se pierde en el sueño onírico, en la imaginación y en la memoria, y en el sueño profundo al dormir tu desapareces, no hay sujeto ni objetos, tu presencia ha desaparecido.
Por esto, la vigilia, en donde la presencia de ti mismo es autoevidente es lo que recomienda Sri Patanjali. Sin embargo, en la vigilia te ves perturbado, distraído, por los pensamientos de la mente, de aquí una segunda lectura es: “Yoga es el cese de los pensamientos de la mente”.
Ahora, la pregunta es: ¿Como permanecer sin fluctuaciones en la mente, esto es; en la vigilia y sin que los pensamientos inunden tu presencia presente?
Esto es lo que explica Sri Patanjali en los Yoga Sutra.
Dije en un comienzo, en el segundo párrafo de este articulo:
Yoga, entonces, es un término genérico para designar toda actividad que propenda al desarrollo humano que culmina en la unión o comunión con Dios.
Yoga es unión. Tu siempre eres Uno. Son los pensamientos de tu mente, esto es, el constante regurgitar recuerdos que buscan asociaciones para satisfacciones futuras, te llevan a saltar de la memoria a la imaginación, estos son los pensamiento que te saca de la vigilia y entorpecen tu desarrollo como persona. La realización del Ser que tú eres, e incesantemente buscas, está en esta presencia presente en la vigilia.
Por esto, lo central es el desarrollo de la capacidad de Atencion, que permite el acto de consciencia, en la vigilia. Las reglas de conducta son para que lo que sientes y piensas se refleje en lo que haces, las asana para que detengas la conducta corporal, el pranayama para que detengas la conducta emotiva, el pratyahara para que tomes distancia del objeto perceptivo quitándole el reconocimiento y con ello, comenzar a salir del aparente cautiverio en que te encuentras en la maraña de pensamientos, para concentrarte eligiendo un soporte y entrenar esta capacidad de presencia presente que se llama dharana.
Dhyana o la meditación es una consecuencia de todo lo anterior, tu no lo aprendes, tu no lo haces, es una consecuencia, de tu madurez como persona, y de una profunda comprensión de lo dicho anteriormente, vigilia y la fluctuación de los pensamientos.
Sri Patanjali también dice: “Yoga es Samadhi”
Sama es tranquilidad, calma. Dhi la luz de la inteligencia, la Atención.
Cuando tu Atencion es estable, tranquila, en calma, en el estado de vigilia, el Ser se revela. ESTO es YOGA.
Para su comprensión es necesario una guía “cualificada”, alguien que sepa y tenga las cualidades para enseñarte.
Como comencé mi practica de yoga en 1970, y a enseñar en 1975, algo he aprendido en estos años, por esto me tomo la libertad para sugerirte lo siguiente:
Sea serio y diligente en su práctica, solo la perseverancia te llevara a destino. Recuerda que lo que buscas tu ya lo Eres. Tu eres Jivatman, y cuando tú que eres Jiva, maduras, te darás cuenta de que siempre has sido Atman, y la buena noticia es que Atman y Brahman son Lo Uno, Yoga.
Sat Gurú Charan. “A los pies del Maestro”
Comments