Por Eric Manquez
En el Día Mundial del Yoga, yoguis y yoguinas se ocupan del shortcito y la musculosa, y de la calza y el polerón, yoga mat al hombro y un yapa mala colgado al cuello como carta de ciudadanía. La selfi de las posiciones de yoga, índices y pulgares en forma de corazón, declaraciones varias de cuanto aman el yoga y como les ha cambiado su vida.
Las personas son felices, están de fiesta.
¿Qué más uno podría pedir?
En el Día Mundial del Yoga nadie se acuerda del Señor Shiva.
Que, por su gracia, el yoga que prácticas y tanto amas ha sido enseñado en este mundo para ti.
Él se ha regalado como Shiv, el pequeño punto con que adorna tu entrecejo, para recordarte que dejes de mirar hacia afuera y por un momento comprendas que:
Yoga es este pequeño lugar sin dimensión ni cualidad.
Hridayam, Sat, Chit, Anandam, Nityam, Purnam
El corazón de Lo Absoluto es; Ser, Consciencia y Dicha. Eterno y Pleno.
Desde este pequeño lugar sin dimensión ni cualidad surge tu vida en cada instante, como un pestañeo.
El Día Mundial del Yoga tu pensamiento podría ser:
Om Nama Shivaya.
Me inclino ante el más Benevolente.
El más simpático, auspicioso y buena voluntad.
Tu pensamiento podría Ser Aquí.
Aunque sea por un pequeño momento, tan breve como un pestañeo.
Tus ojos se abren a este mundo en un pestañeo y se cerraran a él con tu último pestañeo.
Entre tanto disfruta y recuerda, entre pestañeo y pestañeo:
Tu siempre eres desde este lugar sin dimensión ni cualidad.
Om Nama Shivaya
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